¿Quieres conocer un poco más a la profesora Alba Gómez?
¿Sabías que nuestra querida profesora ha publicado, junto con otros autores, dos manuales para aprender español?
Alba un día llegó a Hispania, escuela de español desde Madrid y desde entonces no ha dejado de disfrutar y aprender enseñando español.
Hemos entrevistado a nuestra profesora, que según sus amigos “es pequeñita pero está llena de energía”, y nos cuenta su gran pasión por la lingüística, sus mejores momentos con sus estudiantes, qué hace en su tiempo libre, ¡y mucho más!
¿Cuánto tiempo llevas trabajando en la escuela? ¿Qué es para ti Hispania, escuela de español?
Mi andadura en Hispania, escuela de español empezó en mayo del año 2016, así que hace dos años y algunos meses que formo parte de la mejor escuela del mundo, la que para mí es mi segunda casa. Cuando yo llegué aquí estaba sola y no conocía a nadie, así que el equipo Hispania me arropó como a una más desde el principio. Tengo la suerte de rodearme de gente maravillosa y de los mejores profesionales, con los que aprendo muchísimo. Más que un lugar de trabajo, Hispania es una familia, es felicidad.
¿Por qué decidiste ser profesora de español?
Hay muchas razones. Soy una loca de la lingüística, me encanta reflexionar sobre la gramática, observar el comportamiento de la lengua en diferentes situaciones. Si a esto le añades que me gusta mucho el contacto con la gente, conocer nuevas culturas y transmitir conocimientos, el resultado de este cóctel es “profesora de español”. La verdad es que es una experiencia preciosa enseñar a comunicar, a utilizar algo tan útil como es el idioma, y te das cuenta de que muchas veces ayudas a cambiar la vida de muchas personas y a mejorarla.
¿Qué es lo que más te gusta de este trabajo?
Lo que más me gusta es que es un trabajo muy agradecido en el que me siento muy querida. Los estudiantes te dedican constantes muestras de afecto y son sus sonrisas y sus palabras de agradecimiento con lo que me quedo al final del día. Además, es un trabajo del que recibo tanto o más de lo que doy, porque aprendo muchísimo cada día con los alumnos. Nunca dejan de sorprenderme y cada vez tengo más ganas de viajar “por su culpa”.
Los estudiantes están muy contentos con tus clases, ¿cuál es tu secreto?
Yo creo que no tengo ningún secreto especial. Simplemente es que disfruto muchísimo con lo que hago. Como ya he dicho, me apasiona la gramática y la reflexión sobre la lengua y creo que si alguien siente entusiasmo por aquello que hace, puede contagiarlo. En cuanto a técnicas de enseñanza y trato con los estudiantes, se lo debo todo a Hispania, escuela de español.
¿Qué consejos darías a tus estudiantes para aprender español?
Les diría que se separaran un poco de sus cuadernos y se preocuparan más por experimentar con el idioma. La lengua está viva, está en la calle, en cada mensaje telefónico, en los carteles en la parada del metro, y ellos se encuentran en un contexto de inmersión lingüística estupendo para practicar el español. Yo les doy herramientas en clase para que lo hagan como auténticos nativos, pero tienen que salir a poner en práctica un poquito más todo lo que ven en el aula.
Cuéntanos alguna anécdota divertida que has tenido con los estudiantes. Seguro que tienes muchas.
Tenemos tantísimos momentos divertidos en clase cada día que me cuesta recordar algunos. Quizás no sea la más divertida, pero es la anécdota que me viene ahora mismo a la cabeza. Ocurrió cuando trabajaba en Madrid. Una estudiante canadiense de 16 años me dijo que no quería hablar porque estaba embarazada. Yo, que no controlo demasiado el inglés, no entendía muy bien por qué lo decía. Al final se resolvió la confusión. La estudiante había empleado esta palabra por su similitud con la palabra embarrased, del inglés, para expresar que sentía vergüenza. Al final todos nos reímos y nos sirvió para reflexionar sobre la importancia de no traducir constantemente a nuestro idioma, pues a veces podemos llevarnos alguna sorpresa.
Queremos saber un poco más sobre ti (gustos, aficiones…). ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Pues me gustan cosas sencillas –nada aventureras, por supuesto, quienes me conocen saben que no lo soy– y soy una persona muy casera y muy familiar. Valoro mucho el hogar, la vida en pareja y con amigos, aunque siempre necesito estar haciendo cosas diferentes, porque soy un poco terremoto. Pero con lo que más disfruto es con mi perrita, Minnie. Me encanta rodearme de gente buena, hacer reuniones familiares y con amigos, disfrutar de buena comida y de buena música. En verano disfruto mucho más del tiempo al aire libre, me chiflan los conciertos y todas las actividades cerca del mar. ¡Ah! Y viajar, claro. Eso me encanta, pero siempre acompañada, todavía no me he atrevido a experimentar un viaje sola.
Has publicados dos libros, ¡cuéntanoslo todo!
Bueno, antes de nada, me gustaría matizar esa pregunta. Los libros no son solo míos, ya que los he creado con unas antiguas compañeras de la universidad, así que el mérito es también suyo y ellas han hecho un excelente trabajo, el cual no podría haber llevado a cabo sola.
El primer libro lo publiqué cuando terminé mi Trabajo de Final de Máster (TFM). Los profesores que evaluaron mi trabajo quedaron contentos con el resultado y pensaron que era un material bueno e interesante que debería llegar a muchas personas. El TFM versaba sobre la enseñanza de los refranes en la clase de español como lengua extranjera y proponía una serie de actividades para su puesta en práctica, que ahora quedan recogidas en el libro. Al mismo tiempo, una compañera de clase, Clara Ureña, realizó un TFM similar para la enseñanza de las locuciones, de tal manera que se decidió aunar estos dos proyectos en un solo libro que lleva por título: Locuciones y Refranes para dar y tomar: el libro para aprender más de 120 locuciones y refranes del español (B2-C1). Es un material orientado tanto a profesores como a alumnos, ya que dispone de una explicación detallada acerca de estas expresiones idiomáticas, que más tarde se concreta en varias secuencias didácticas con actividades de índole comunicativa, para que el estudiante pueda poner en práctica todo lo que ha aprendido.
El segundo libro, Profesionales del Turismo (B1-B2), lo he publicado con esta misma compañera y con otra autora, Irene Moreno-Manzanaro, bajo la coordinación de Loreto Florián. Se trata de un manual orientado a la enseñanza de español como fines específicos, dirigido especialmente a estudiantes de cursos de turismo que deseen aprender español relacionado con su profesión. Es un libro que consta de 8 unidades didácticas en las que se abordan algunos puntos de gramática del nivel en contexto del ámbito turístico. He de decir que, al principio, fue un arduo trabajo, ya que nos enfrentábamos a una temática demasiado concreta, pero después fue muy divertido investigar sobre este mundo de los viajes que, como ya he dicho, me apasiona.
En general, ¿cuáles son tus proyectos para el futuro? ¿Qué cosas te gustaría hacer?
No pienso mucho en eso. Disfruto mucho con lo que hago ahora, que es enseñar. También me encanta enseñar a enseñar, formar a otras personas que quieren seguir este maravilloso camino y darles algunas herramientas para ello, aunque creo que a mí todavía me faltan muchas. Así que, la respuesta a tu pregunta es seguir aprendiendo.
Un pequeño cuestionario…
Película favorita: Ay, nunca sé responder a esto. Me gustan muchas, la verdad, y no sabría decantarme por una. Me encantan las películas que tienen un mensaje, un trasfondo ético, películas en las que la acción no es tan importante, ni tampoco el final; no me interesa tanto qué pasa en la película, sino la manera de contar la historia y, por supuesto, de interpretarla. Una de mis favoritas es Amelie.
Libro favorito: Tampoco puedo elegir uno entre todos, ¡me encanta leer! Sobre todo me gustan las novelas del romanticismo inglés y alemán, esas historias en las que los personajes tienen conflicto entre la razón y el corazón, creo que me definen bastante. Me gusta lo que escriben las hermanas Brontë, Jane Austen y, si me obligas a elegir un libro, entonces me decido por Frankenstein, de Mary Shelley.
Un adjetivo que te define: Si me permites cambiar adjetivo por sustantivo y el español por inglés, elijo la palabra power. Así es como me conocen mis amigos en Madrid, porque dicen que soy pequeñita pero muy intensa y enérgica.
Aula favorita de Hispania: Cualquiera en la que podamos comer y celebrar almuerzos y pequeñitas fiestas. Es genial degustar platos de diferentes países y pasar un rato agradable con los estudiantes en un ambiente un poco más relajado.
Tu lugar preferido de Valencia: El centro histórico, las calles estrechitas que conservan algunos comercios antiguos, tiendas de artesanía… En general me gusta muchísimo explorar ciudades y perderme por sus calles, por los puntos menos turísticos. Creo que es la mejor manera de vivir la ciudad. Eso sí, siempre acompañada, porque si me pierdo sola, después no puedo encontrarme, jaja.
Si no fueras profesora, serías… Mis estudiantes me han hecho esa pregunta alguna que otra vez. Es muy difícil, siempre les digo que me cuesta mucho imaginarme haciendo otra cosa. Supongo que seguiría el camino de la lengua porque es lo que me apasiona y trabajaría como correctora, asesora lingüística, editora o algo similar. Durante un tiempo me dediqué a la investigación lingüística, pero cuando terminaba el día me sentía bastante vacía porque tenía la sensación de no haber realizado ninguna labor social. Por eso prefiero enseñar, creo que no sirvo para estar sola delante de un ordenador.
¿Playa o montaña? Pues mira, mi mentalidad ha cambiado en los últimos años. Cuando vivía en Madrid ansiaba la playa, necesitaba que llegara el verano para venir aquí y darme un chapuzón. Ahora que tengo la playa tan cerca, ¿te puedes creer que no la valoro tanto? Supongo que es normal. En cualquier caso, aunque no me guste tanto la playa como antes, me sigue gustando más que la montaña. Ese olor a salitre, el sonido de las olas, la arena fina entre los dedos… ¡me encanta!
¿Dulce o salado? Aquí no tengo dudas, el dulce. Creo que podría sobrevivir el resto de mi vida a base de chocolate -aunque no viviría mucho, claro-. Y soy dulce también en el carácter, soy muy muy cariñosa, tanto que a veces empalago un poco.
¿Café o té? Hmmmm, ni una ni otra. El café no me sienta bien, la verdad, y no tomo té con mucha frecuencia. Por las mañanas me preparo un vaso de leche con cacao en polvo, es mi desayuno desde que era pequeñita. Bueno, cuando salgo a comer con amigos, tras el postre, suelo pedir una infusión porque me da vergüenza pedir un vaso de leche, como los niños… jajaja.
¿El día o la noche? El día, sin duda. Soy muy diurna, me encanta aprovechar hasta el último rayito de sol. Aunque me encantan las noches de verano y estar hasta la madrugada en una terraza con una bebida fresquita y charlando.
¿Norte o sur? ¡Qué pregunta! Yo soy madrileña, así que elijo el centro. Jajaja. No, es una broma. Pues no es una pregunta fácil, porque supongo que depende de para qué y depende de la época. La naturaleza del norte y la comida son maravillosas –estoy pensando en España–, pero la alegría de las zonas del sur y su clima son irresistibles. Creo que me quedo con el sur, especialmente por el calorcito y el sol.
¿Campo o ciudad? ¡La ciudad! Me encanta el bullicio en la ciudad, el jaleo, salir a la calle y ver gente, mucha gente, mezcla de culturas, diferentes estilos. Yo creo que las ciudades abren mucho la mente y, en mi caso, el campo está bien para relajarme, pero no sé si podría vivir alejada de la urbe.
¿Perro o gato? Bueno, ya te he hablado de mi pasión por mi perrita, Minnie, y nunca he vivido con un gato. Supongo que igualmente me encantaría. La verdad es que adoro los animales y podría tener un zoológico en casa, pero entonces mi marido se marcharía… jajaja.
Esperamos que hayas disfrutado conociendo a nuestra profesora Alba, ¿te gustaría aprender español junto a ella y todo nuestro equipo de profesores?
¡Te esperamos en Hispania, escuela de español!